No vote por Lasso

Fernando Cárdenas Touma
4 min readApr 6, 2021

Si usted quiere un Ecuador revolucionario y emborrachado de buen vivir, entonces lea con cuidado y al detalle.

Este domingo 11 de abril, usted y yo elegiremos al próximo presidente de la república y, junto con él, optaremos por un plan de trabajo con propuestas y soluciones concretas para los problemas que el país afronta en materia de salud, ambiente, seguridad, economía, derechos humanos, entre otros. Ciertamente es difícil encarar este tema desde una perspectiva nueva a pocos días de la elección y con (casi) todo dicho. No perdamos tiempo, pues, y empecemos.

Al ritmo en que vamos, el mundo pareciera tener los días contados y la vasta biodiversidad que habita en Ecuador se ve cada día más amenazada por grupos de interés no controlados que se dedican a explotar nuestras reservas marinas y a destruir nuestra fauna y flora. ¿Recuerda usted la gran flota pesquera china que acechó a las Galápagos hace unos pocos meses, llevándose consigo incluso especies en peligro de extinción? ¿O el tan manoseado Yasuní, explotado sin reparos en tiempos de revolución y destruyendo en el proceso ecosistemas enteros e incluso desplazando a los pueblos ocultos que habitaban esas tierras? Si recuerda todo esto y está de acuerdo, entonces no vote por Lasso.

Por otro lado, tenemos poco más de un año desde que nuestras vidas cambiaron por el coronavirus. La pandemia nos ha pegado fuerte, sobretodo a países como el nuestro en donde los gobernantes no han dado la talla y ni siquiera tienen, un año después, un plan de contingencia claro. Tantos hospitales, subcentros y medicamentos… La revolución de la salud llegó hace 14 años para quedarse y con ella un proceso de compras deficiente hecho a la medida de los corruptos, edificios vacíos y mal construidos, medicinas caducadas y su misión principal, detallada en el artículo 34 de la Constitución, pisoteada:

La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir.”

Si usted quiere seguir gozando de este derecho de manera tan caótica e ineficiente y así aportar a que la bomba de tiempo -que tarde o temprano va a estallar- sea más grande y destructiva, no vote por Lasso.

Otro tema fundamental es la seguridad nacional y la soberanía. ¡Cuánto hemos recuperado en los últimos tiempos! Por fin, en Ecuador no hay “intervencionismo” yankee y tenemos todo el territorio para nosotros solos… Bueno, casi. Resulta que en los 14 años de revolución, se “concesionó” cientos de miles de metros cuadrados a todo tipo de “grupos subversivos” para que aumenten la infraestructua vial del Ecuador. Así como lo lee. Pistas de aterrizaje, helipuertos, centros de acopio, carreteras, campamentos, etc. Si usted quiere que estos grupos -que realmente son cárteles, bandas delictivas y guerrillas- sigan aumentando nuestra capacidad de distribución de droga y a su vez quiere que las rentas de esta actividad sigan financiando la agenda revolucionaria en la región, entonces no vote por Lasso.

Por último pero no menos relevante, los derechos humanos. ¡Cuán importante es el respeto por las libertades individuales! Estoy seguro que a usted le gusta opinar lo que le plazca sin miedo a las represalias, o poder exigir que se cumplan los tantos derechos detallados en la carta magna sin que la policía lo amedrente o encarcele. Hay quienes dicen que en los tiempos del “cambio significativo, radical y profundo” no caben los consensos. La tan aplaudida y promocionada revolución ciudadana ha dejado muchas heridas abiertas, algunas detalladas en Propagandia y también en Cabos Sueltos, película y serie documental respectivamente del cineasta quiteño Carlos Andrés Vera. Aquí hay muchísima tela que cortar, pero si usted cree que eso se puede justificar en nombre de la revolución, entonces no vote por Lasso.

Podría seguir escribiendo este artículo eternamente, pero creo que mi tiempo, como el suyo, es valioso y siendo usted una persona inteligente, me parece que le va quedando claro mi punto. Hay muchos otros temas importantísimos que no he expuesto aquí -como la diferencia entre los modelos económicos propuestos, la crisis laboral o el desarrollo tecnológico del país- porque creo que no tiene sentido, por ahora. Primero lo primero.

Si usted no cuida el medio ambiente, probablemente terminará sobreviviendo en un mundo inhabitable. O si insiste en mantener un modelo caduco de salud pública, es posible que termine por quebrarlo y destruirlo. Si le entrega el país a los narcos, después no se aterre de los desaparecidos y los muertos colgando de los puentes. Si cree que los derechos humanos son prescindibles, entonces no se queje cuando otro le arrebate el poder y aplaste los suyos. Si usted quiere revolución, entonces no vote por Lasso. Y si el portazo de la razón finalmente ha hecho eco, entonces vote sin miedo y sin complejo.

--

--